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¿Cómo fomentar el hábito de la lectura en educación primaria?

Primaria

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La primaria es uno de los momentos más importantes para promover la lectura e invitar a los niños a disfrutar de una buena historia. Además, la primaria  permite desarrollar algunas de las habilidades esenciales para el aprendizaje, como la creatividad, la memoria y la atención. 

Sin embargo, a veces puede ser un auténtico reto acercar la lectura a los pequeños. Para facilitarte el camino, hoy queremos compartir siete consejos para que puedas incentivar el amor por la lectura en la educación primaria.

1. Construye la biblioteca de aula con tus alumnos

Para poder fomentar la lectura en la educación primaria, el primer paso que te recomendamos es crear una biblioteca de aula, más allá de la biblioteca del centro. 

Con la biblioteca de aula o librería de lectura, facilitarás el acceso a los libros y la lectura a tus alumnos, en los descansos, cuando acaben una tarea antes que otros o cuando necesiten tomar un respiro. Y, si además les permites que escojan ellos mismos algunos de los libros que formarán parte de ella, su motivación por cuidarla y utilizarla crecerá.

En la mayoría de poblaciones y centros educativos, tenemos la suerte de disponer de espacios maravillosos para fomentar este hábito: las bibliotecas. Para aprovecharlos, puedes organizar una pequeña visita para que los estudiantes se habitúen a elegir cuál va a ser su próxima lectura. De este modo, ¡se sentirán mucho más motivados para leer!

2. Cómics, teatro, poemarios… explora distintos tipos de literatura infantil

Creemos en el placer por la literatura y promovemos textos que no encorseten la libertad lectora. Para avivar el amor por la lectura en la educación primaria puedes diversificar el tipo de literatura infantil: cómics, poemarios, obras de teatro, libros informativos, ¡incluso álbumes ilustrados que leían hace años! 

Otra estrategia es escoger textos que posean distintas capas de lectura. Esto permite al alumnado desarrollar su capacidad de leer entre líneas, de hacer preguntas al libro y de preguntarse a sí mismos acerca de aquello que están leyendo. De esta manera, a través de textos imaginativos, humorísticos y contextualizados, podemos llegar a los diferentes tipos de lectores que nos encontramos en un aula y así conseguir crear nuevos lectores.

Incluso existen libros infantiles de dramaturgia, que invitan al grupo a leerlo todos juntos. De este modo, además de leer, podréis pasarlo en grande en el aula con sus dotes interpretativas. ¡Hay muchas posibilidades a explorar! Lo más valioso es que disfruten de la experiencia.

3. Cuida la experiencia lectora 

Otra manera muy interesante de que los alumnos estén predispuestos a la lectura en primaria es prepararlos para este momento. Por ejemplo, puedes inaugurar la sesión con un ritual específico: cantar una canción, resolver un acertijo, contestar una pregunta muy concreta, hacer tres respiraciones… Lo esencial es que sea algo muy vuestro, un momento especial. Así, mente y cuerpo se preparan para esta sesión que tendréis por delante.

También es interesante que estas sesiones se celebren en algún espacio especial. Por ejemplo, podéis moveros a algún lugar poco habitual, como el patio o la biblioteca. Si tenéis limitaciones de espacio, podéis mover las mesas del aula en una disposición concreta o contar con cojines para que se sientan cómodos. 

Por último, utiliza actividades de animación lectora. Son dinámicas que acercan la lectura a los niños, especialmente a aquellos que muestran un mayor rechazo. Lectura por parte del maestro, dramatización, juegos de mímica, la maleta de los personajes, mensajes de los autores del libro… existen un sinfín de experiencias que harán este momento mucho más atrayente.

4. Proponles crear su diario lector

El diario lector es como un diario de aprendizaje, pero pensado para realizarse durante la lectura de un libro y reflexionar sobre la misma. El objetivo es conseguir que los alumnos tomen conciencia de sus hábitos, estrategias y preferencias en relación a la lectura. Conocerse como lector es un aspecto clave para poder identificar la lectura como fuente de enriquecimiento y disfrute, así como para devenir lectores críticos y libres. Esta identificación y toma de decisión de quién soy como lector va a permitirles, además, afrontar la lectura con mayor seguridad.

5. Lleva a cabo proyectos de aprendizaje basados en libros

Los Proyectos basados en libros son proyectos que nacen y se desarrollan sobre un libro de lectura que los alumnos deben leer a lo largo del proyecto, mientras realizan actividades relacionadas con su temática, su trama, sus personajes y sus valores.

Se proponen lecturas de capítulos en el aula, de manera individual, en equipo o lectura realizada por el maestro en voz alta, y también se propone la lectura en casa, además de actividades en el aula para compartir lo leído en casa y que los alumnos que no hayan podido leer el libro puedan seguir la trama. 

Por otro lado, el producto final que deben realizar es de carácter literario, una actividad literaria realista que anima a compartir la opinión sobre el libro y recomendarlo (un almuerzo literario, una vídeoreseña literaria, una feria del libro…). 

6. Ayúdalos y guíalos en la lectura

Gran parte de la afición lectora se produce cuando la velocidad de lectura es rápida y cuando se comprende lo que se lee. Con los alumnos que todavía tienen dificultades de velocidad lectora puedes sentarte a su lado y pedirles que lean en voz alta. Si ves que les cuesta mucho, puedes alternarte con ellos y leer algunos pasajes. Cada pocos párrafos, párate para preguntarles alguna característica del texto, para ayudarlos en la comprensión lectora. Diez minutos de lectura ya pueden ser un gran logro a celebrar, para incentivarlos a seguir con el hábito en la siguiente sesión y asociar la experiencia con algo positivo.

Para los alumnos que necesitan reforzar la comprensión lectora, prepara actividades para practicar las estrategias de forma explícita: ¿qué hago antes de leer?, ¿y durante?, ¿y cuándo acabo? El proceso de lectura estratégica es emocionante per se.

Ten en cuenta que algunos alumnos pueden tener dificultades lingüísticas añadidas, ya sea porque no es su lengua materna o por otras alteraciones. 

7. Reflexiona sobre la lectura

Cuando lean, invita a tus alumnos a la reflexión. Más allá de la comprensión lectora o de entender las nuevas palabras, a través del libro podéis trabajar muchos otros aspectos como la introspección o la educación emocional. Por ejemplo, puedes preguntar a los alumnos qué piensan sobre el desenlace de la historia, si hubieran hecho algo distinto, cuál es su parte preferida y por qué motivo les gusta. 

Este también es un buen momento para plantear preguntas sobre lo que no está escrito. Por ejemplo, sobre qué sugiere la portada, qué consigue leer entre líneas, cuál es el significado de las ilustraciones… Proporciónales las reflexiones adecuadas para que vayan siempre un paso más allá, ya que en un libro hay mucho más a explorar que la simple historia… De este modo, podréis entrenar poco a poco el pensamiento crítico de los alumnos y enseñarles el amor por la lectura en la educación primaria.

tekman

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