Si hace poco te contábamos qué es el aprendizaje significativo en el aula, hoy queremos proponerte otra pregunta: ¿cuál es el papel del alumno en este tipo de aprendizaje?
Algo tan natural como escuchar, saber adaptarse y explicar, cobra un nuevo sentido en las aulas, para ayudar al alumnado a integrar mejor los conocimientos. Pero, delante de esta nueva tendencia, quizás te preguntes cuál debe ser tu rol como docente y, sobre todo, el del alumno. ¡Vamos a verlo!
Qué es el aprendizaje significativo
No es la primera vez que hablamos del aprendizaje significativo, de hecho vimos hace poco que es uno de los distintos tipos de aprendizajes que existen. Sin embargo, vamos a hacer un breve repaso a la teoría.
El aprendizaje significativo es aquel que va a depender de los conocimientos anteriores del alumno (su estructura cognitiva previa), y que el docente adaptará para poder facilitar la asociación entre conceptos.
En otras palabras, consiste en escuchar y entender cuáles son los conocimientos previos del alumno, para poder adaptar la oferta formativa a su nivel.
Para que esto suceda, es esencial que haya un ambiente de confianza, y que el docente conozca bien al grupo de alumnos. Así podrá saber qué información ya tienen integrada, cuál es su nivel y, así mismo, sus motivaciones principales.
En este modelo de aprendizaje, la metodología de memorizar y repetir está totalmente alejada, ya que el alumno absorbe los conocimientos a través de asociaciones con la información que anteriormente ya conocía.
El objetivo del aprendizaje significativo es que lo pueda integrar a largo plazo, para que el alumno pueda tener un conocimiento activo y duradero que le va a servir a lo largo de su vida.
¿Cuál es el papel del alumno y del profesor en el aprendizaje significativo?
En este caso, los roles del alumno y del profesor cambian respecto a la educación tradicional. Si antes la educación estaba asociada a tener un emisor (docente) que explicaba la lección de manera independiente al receptor (alumno), en el aprendizaje significativo es necesario que escuche y adapte el contenido.
Por este motivo, el alumno se convierte en el eje central, ya que los conocimientos serán elegidos y transmitidos en base a la información y motivación que demuestre el alumno.
Y el docente, ¿qué papel tiene? En este caso, el maestro o profesor se asemeja más al de un guía, que deberá escuchar y acompañar al alumno a través de los distintos conceptos.
De este modo, podrá adaptar el contenido al conocimiento que ya conoce el alumno, ayudando a crear un mapa mental con una secuencia lógica entre la información anterior y la nueva.
Esta manera de conducir la clase resulta mucho más motivadora tanto para el alumno, gracias a todo lo que aprende con la asociación de nuevos conceptos, como para el docente, que siente cómo se cumple su labor.
¿Qué pasos debe dar el docente para secuenciar el aprendizaje significativo?
Fuera del aula, en la mayoría de situaciones tendemos, de manera natural, a este tipo de aprendizaje. Cuando percibimos que nuestro interlocutor no logra entendernos, es normal empezar por un concepto más básico. Entonces, ¿por qué no aplicarlo en el aula?
Más allá de escuchar al alumno, para poder transmitir de manera correcta el conocimiento, el docente debe haber trabajado algunos pasos previos.
Si tú eres docente, compartimos contigo las tareas necesarias para ayudar al alumno a aprender con aprendizaje significativo:
- Identifica cuáles son los conceptos más relevantes del contenido. Puedes dibujar un mapa para situarlos, que responda a una estructura secuencial. De este modo podrás entender rápido en qué punto está el alumno y a partir de donde deberías seguir enseñándole.
- Entiende qué conocimientos previos tiene el alumno, y conocer sus motivaciones principales. Si no conoces el punto en el que está el alumno, pueden pasar dos cosas: o empiezas a enseñar conceptos muy avanzados, y el alumno se pierde y se desmotiva; o el alumno pierda la motivación con contenido que ya conoce de memoria. Antes de empezar a enseñar, pregunta directamente a tus alumnos qué temas conocen o haz un pequeño test, para poder adaptarlo a su nivel.
- Decide qué conceptos enseñar. Una vez tengas el temario decidido, puedes mostrarles los nuevos conceptos a través de actividades atípicas, como recursos visuales, ejemplos reales… En otras palabras, guía al alumno para que pueda conectar lo que ya conocía con estas nuevas ideas.
- Enseña cómo pueden llevar a la práctica estos conocimientos. Una vez tengan los conocimientos asumidos, muéstrales cómo se puede aplicar al día a día. De este modo, el alumnado no solo conocerá el concepto, sino que lo integrará al completo.
¿Cómo debe ser el aula para que pueda suceder?
Como comentábamos, aunque este tipo de aprendizaje te puede salir de manera natural hay veces que puede resultar complicado aplicarlo en el aula por las prisas, un temario muy ajustado o la falta de conexión con los alumnos.
Para que el aprendizaje significativo pueda cumplirse, parte de tu trabajo como docente será encontrar qué es lo que puede motivar a los alumnos. Por ejemplo, para aprender los nombres de las texturas, a los niños de primer ciclo les puede motivar conocerlos para ayudar a sus padres en la cocina.
Sin duda, otro aspecto importante a tener en cuenta es que los alumnos deben sentirse en un clima relajado y cómodo, tanto entre sus compañeros, como con el docente.
Una vez hayas detectado el concepto a introducir, como docente, también puedes proponer actividades diferentes que despierten sus intereses, como un concurso en el aula o un vídeo interactivo.
Sea como sea, lo más importante es que aquí el alumno es el protagonista.
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